Crecer es una aventura llena de descubrimientos para cualquier niño. El pequeño acostumbrado a que lo lleven a cuidar cada mañana mientras su mamá se va a trabajar, un día, muy emocionado se da cuenta que su mamá se quedará en casa a trabajar. Él muy animado le muestra todas sus nuevas habilidades que ha aprendido y que está aprendiendo a su madre. Un día, se levanta y le muestra que ya empieza a caminar; otro día le demuestra que ya sabe aplaudir y darle esos cinco. La mamá se emociona y llora de felicidad por tener la oportunidad de ver todos esos avances en su pequeño. Aunque ocupada con el trabajo, ella se da el tiempo de dormirlo, leerle sus libros favoritos y de cocinarle comidas deliciosas y nutritivas. El vínculo entre mamá e hijo se vuelve mucho más fuerte, ya que con los abrazos y caricias de mamá el pequeño se siente seguro y protegido.