Manuel Jala: un afrocampechano, cuenta la inspiradora historia de un novohispano afrodescendiente, engarzado en la eterna pasión humana: la búsqueda de la libertad y la autodeterminación. En 1702, Manuel Jala partió de lo que es hoy México en un barco corsario y, por su color de piel, llegó esclavizado a América del Norte. Su dueño intentó venderlo años después, pero los fuertes vientos marítimos de otros avatares provocaron que arribara encadenado a Boston. Los petitorios por su liberación y la resistencia de los esclavizadores muestran las justicias e injusticias de las personas y los contextos que, empeñados en un "Jala para aquí y Jala para allá," luchaban por liberar o apropiarse del joven de Campeche.