Volver es la ilusión de quien ama o de quien recuerda que amaba mucho algo. Dicen que no hay que regresar al lugar donde se fue feliz, pero donde no lo fuimos ¿será necesario volver para cambiarlo? ¿Se puede poner en otro lugar el dolor?
Ignacio Llanes con oraciones breves y furiosas deja sus heridas en el texto, las palabras son flechas que se incrustan agudas para marcar la tensión. Sus personajes se reinventan en esa incomodidad, vuelven al dolor que los destruye para construir su propio universo, este que dice: somos humanes porque podemos entrar en aquello que nos descarna.
Los cuentos de este libro no escatiman en esa generosidad, nos ofrecen ese bálsamo: la esperanza de poder poner nuestros dolores en otras heridas.