Los personajes de los relatos que integran Bandeja de entrada. Doce relatos (des)conectados se enfrentan de golpe a una revelación, en algunos casos sutil pero significativa; en otros, tremenda y desoladora, la cual establece vínculos o rupturas que nos señalan los vestigios de enlaces rotos y, sin embargo, vueltos a unir a partir de sus anhelos. A veces la muerte es la encargada de echar a andar la máquina de la memoria, ese lugar donde el pasado se inspecciona con la sabia mirada de quien se reconoce como un sobreviviente y en el que a menudo se encuentran pistas esclarecedoras. En otras ocasiones la revelación proviene del presente: la soledad, el desasosiego en las relaciones amorosas, el desarraigo social o geográfico, el cuestionamiento de la ética o el choque repentino con la vida adulta. Y es esta disyuntiva (conexión y desconexión, pertenencia y exclusión) la que opera misteriosamente en nosotros, los lectores, y nos orilla a la incesante búsqueda de la fisonomía de nuestras más profundas emociones.