La psiquiatría infanto-juvenil evolucionó en las últimas décadas del siglo XX y continúa delineando su perfil de la mano de la neurociencia.
La particularidad de la expresión de los cuadros psiquiátricos en la niñez y en la adolescencia, vinculados con el neurodesarrollo y con las comorbilidades que pueden presentarse, le agregan complejidad tanto en el diagnóstico como en los tratamientos psicofarmacológicos y terapéuticos.
Esta obra fue pensada como una herramienta actualizada que les permitirá a los especialistas de la salud mental la toma de decisiones, en diferentes tipos de abordajes.