Repensar la dialéctica no es una tarea insensata, ni históricamente desfasada, ni mucho menos condenada al fracaso. Sí, es extremadamente difícil, pero igualmente necesario. En este sentido, quizá sea en un futuro no muy lejano cuando se asista a un renacimiento de los estudios sobre Hegel. Henrich (1971) dice que "quien quiera entender a Hegel debe estar a solas con él. No encontrará ningún comentario externo que le ayude en su lectura, en lugar de tratar sólo de sustituirla". Esto supone, pues, el acercamiento directo a la obra de este autor, pero paralelamente no dejaremos de lado la confrontación de nuestros hallazgos con las lecturas relevantes sobre este tema.