La experiencia en y a través del espacio define la historia de la humanidad y su lugar en la Tierra, en tanto que el estancamiento y el control que ahora se imponen son un desafío a la subsistencia humana. Aproximaciones basadas en ontologías singulares favorecen una única forma de ver y actuar y, con esto, niegan a la geografía, en tanto práctica de lo espacial y como un ensamblaje mutable íntimamente vinculado a la temporalidad. Al permear nuestras geografías con el anarquismo desatamos el espíritu de rebelión que involucra nuevas posibilidades de ayuda mutua a través de la acción directa. ¿Pueden seguir vigentes las geografías jerárquicas que nos encadenan al estatismo, capitalismo, dominio de género, opresión racial e imperialismo? ¿Debemos reorientar el pensamiento geográfico hacia los horizontes anarquistas de la posibilidad? Este libro nos acerca al devenir vigoroso de una geografía vinculada con la emancipación del pensamiento y de la acción humana.