"Fe de vida no es un libro vanguardista, no se anticipa al realismo mágico, como Jardín; tampoco contiene la erudición y el magistral dominio del idioma como Un verano en Tenerife; es otro estilo, más sencillo, sin regodeos, un testimonio novelado expuesto visceralmente, no podía ser de otro modo. Aunque tiene un moderno e impresionante juego con el tiempo logrando mantener el interés de principio a fin.
De él podía surgir la gran película cubana, el gran guión cinematográfico, hasta aseguro que la más profunda, sólida telenovela. Para mí es un libro único, trascendental en nuestros predios que no ha recibido la atención, difusión y acogida que merece. Digno del premio de la crítica, si se hace justicia. Es un aporte, más que al sentimiento de una personalidad, a un entorno social que muy contadas plumas han podido captar. Y sobre todo, Fe de vida es una prueba de amor y, como dijo Dulce María Loynaz en ocasión memorable,: puesta en el caso, elegí siempre el amor."
Aldo Martínez Malo, escritor