Este libro presenta una nueva imagen del anarquismo argentino a partir de la indagación sobre aspectos hasta ahora poco transitados.
El autor analiza la producción y las prácticas tanto culturales como políticas de este importante movimiento social que, a comienzos del siglo XX, luchó contra las injusticias que traía aparejada la modernización económica. Para ello, los anarquistas crearon sus propios símbolos, sus formas de movilización, su prensa y un sinnúmero de centros culturales, escuelas y bibliotecas desde donde intentaban ofrecer una alternativa a los trabajadores. En esos ámbitos daban sus conferencias, sus funciones teatrales y, fundamentalmente, ofrecían un espacio de sociabilidad que apuntaba a delinear un hombre nuevo, libre y despegado de las ataduras impuestas por la sociedad "burguesa".
A lo largo de estas páginas, Juan Suriano nos brinda un relato en donde se analizan las formas en que se construyeron y se articularon las propuestas libertarias, pero también los límites tanto externos como internos de dicho proyecto.