Nuestro mundo globalizado reúne cada vez más a personas de muchas culturas diferentes, aunque no siempre de forma armoniosa. En las últimas décadas, las empresas multinacionales han buscado estrategias más eficaces para una auténtica colaboración intercultural. Pero en el mundo multicultural de hoy, también las comunidades religiosas -desde las parroquias locales hasta las comunidades religiosas internacionales- se enfrentan al reto de la vida intercultural. Las ciencias sociales han desarrollado algunos enfoques constructivos, pero las personas de fe también necesitan construir sus esfuerzos sobre una base bíblica y teológica sólida. Viviendo Interculturalmente la Misión integra la sociología/antropología con la teología práctica, nos recuerda que la buena voluntad por sí sola no es suficiente para lograr el cambio, y señala una forma de vida intercultural sustentada en la fe, la virtud y una serie de habilidades nuevas y adecuadas.