Más allá del lenguaje secular, el amor humano está fuertemente marcado por lo divino. El Cantar de los Cantares 8:5-7 ilumina los debates sobre la unicidad, la indisolubilidad del matrimonio, el feminismo, el problema del "género", la legislación del matrimonio, la libertad de elección del cónyuge y, finalmente, la persona humana en su aspiración a la trascendencia y a la realización integral. La problemática exegética se refiere al significado de las palabras, a su simbolismo, a su contexto gramatical y sintáctico, a las figuras retóricas que estructuran todo el lenguaje poético, a los puntos oscuros de la escritura como el de ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ o los pronombres sufijados. La metodología fundamental es la de la intertextualidad, apoyada en la crítica textual, la semiología, el simbolismo y la retórica. El amor se define como una cuádruple dinámica de racionalidad con el Absoluto, corporeidad cósmica, alteridad y reciprocidad social e ipsidad asumida y responsable. El amor es una llama de Dios, un poder de plenitud recíproca.