En este libro les hablo del amor en todas sus facetas. El amor me viste, me arrulla, me despierta, ronronea en mis mejillas carmesí, en su inocencia. Siento tocarlo como una caja aterciopelada de momentos, de mares exóticos que se devoran miradas, en medio de temporales me va llenando el alma. No descansa, no se marchita, resurge, se esparce como ramillete de colorido intenso, arrastrando en su andar inolvidables inviernos. Balancea reclinando los años, zumbando en el paisaje que llama a su puerta, en la vereda que agita su presencia, en la noche ambulante, caprichosa, celosamente guardada hasta volverse inolvidable.
Heidi Almeida.