Heidi Almeida se animó a la escritura al descubrir la fuerza sanadora de las palabras. Habitué de la lectura, encontró en las letras el impulso para exteriorizar sus pensamientos y emociones en la medida que la pandemia acometía cada vez con más fuerza a lo largo del 2020. Cuando la conocí, eso fue lo que más me gustó de ella: la capacidad de reinventarse en medio de la angustia y de volcar su alma en páginas blancas.
Supongo que algunos escriben para inmortalizarse, otros lo hacemos para seguir respirando, para expresarnos y no "matar" lo que llevamos dentro. Siempre digo que la poesía salva; me siento feliz al observar que los versos de Heidi Almeida, lo demuestran.
Mónica Laneri