A raíz de la publicación de la Agenda 2030 por la Unesco en 2015, se establecieron 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y las pautas de cómo se ha de proceder con los mismos con la finalidad de hacer realidad los derechos de las personas y fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia. Estos objetivos de desarrollo sostenible proponen, como meta educativa, que todos los estudiantes adquieran para 2030 «los conocimientos, las competencias, los valores y las actitudes que se precisan para construir sociedades sostenibles y pacíficas, mediante, entre otras, la educación para la ciudadanía mundial y la educación para el desarrollo sostenible».
Los desafíos para una educación de calidad se centran en garantizar una educación inclusiva y equitativa así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida. Esta visión de la educación se recoge en el ODS 4: «Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos». A partir de este objetivo principal, se establecen siete objetivos específicos de aprendizaje que todos los países deberán alcanzar para el año 2030.
Existe entre los países un gran compromiso para poner en práctica distintas estrategias con el objetivo de alcanzar los 17 ODS. Esta propuesta implica un compromiso común y universal; no obstante, cada país tiene sus propias necesidades con respecto al desarrollo sostenible, por lo que fijarán sus propias metas a partir de los ODS. España ha diseñado su propio plan de acción para la implementación de la Agenda 2030.