El autor recoge evidencias empíricas del mercado industrial que indican que la capacitación se puede convertir en un instrumento estratégico para las relaciones entre empresas. Sin embargo, cuando se estudió la literatura relevante, se encontró que, si bien la capacitación se encuentra presente en las estrategias empresariales, no ha sido estudiada como una herramienta de diferenciación en el Marketing Industrial. Asimismo, diferentes investigadores, como Hakansson (1982), Jackson (1985) y Vavara (1992), consideran que el establecimiento de relaciones de largo plazo en los mercados industriales permitirá una mejor sostenibilidad de los negocios. De la misma manera, se observa la necesidad empresarial y de los países en desarrollo de elevar sus niveles de competitividad, y sus limitaciones en materia de desarrollo humano e Innovación. El presente trabajo explora la opción de emplear el conocimiento industrial de las empresas y usarlo como una reserva de capital, la cual a través del intercambio consensuado entre ellas generará relaciones de mutuo beneficio en las empresas y a la larga la mejora de los indicadores mencionados a nivel de los países.