El cultivo del cacao constituye un rubro de gran importancia en lo social, alimentario, económico, entre otros; generando durante muchos años fuentes de empleos directos e indirectos. Es un cultivo conservacionista, ya que el sistema cacao se siembra con especies forestales o frutales como sombra permanente; cultivos como las musáceas son utilizados como sombra temporal y muchas veces es asociado con otros rubros de consumo directo para el productor, generando así un bosque cacaotero, el cual permite la diversidad de especies vegetales en el sistema.