En 1891 estalló una violenta Guerra Civil en Chile producto de diferencias irreconciliables entre el Presidente Balmaceda y el Congreso Nacional, generándose uno de los conflictos más debatidos por los historiadores. Faltaba una obra dedicada a uno de sus aspectos más importantes: su historia naval. Gran parte de la Marina se volcó en favor del Congreso y la casi totalidad el Ejército actuó en favor del Gobierno. La Escuadra junto con el incipiente Ejército Constitucional lograron conquistar la zona norte en los primeros meses de la guerra, fuente de los principales ingresos del país por las exportaciones del salitre.En este libro se muestra cómo las fuerzas militares constitucionales triunfaron ante las balmacedistas, numéricamente superiores en razón de tres a uno, porque la Escuadra utilizó sabiamente su movilidad estratégica y materializó una adecuada estrategia ofensiva con sus fuerzas terrestres. Este conflicto ocurrió en medio de un programa de modernización de la Armada. Los modernos cazatorpederos Condell y Lynch, incorporados a la Marina balmacedista, lograron hundir con torpedos al blindado Blanco Encalada, hecho que fue una tragedia y una noticia de carácter mundial. En la Guerra Civil de 1891 se comprobó una vez más que Chile depende vitalmente del mar para su seguridad y que la Armada deberá contar siempre con fuerzas navales de suficiente poder disuasivo para su defensa y que, pese a la violencia del conflicto, los chilenos lograron reencontrarse en un tiempo breve.