Varsovia es una ciudad moderna y ordenada en constante transformación que ha sabido rehacerse tras ser destruida completamente durante la Segunda Guerra Mundial; mientras que Cracovia, considerada el alma de Polonia y una de las urbes más bellas del mundo, sigue fiel a su decorado de ciudad medieval.
Varsovia, la capital de Polonia, está situada en el centro oriental del país, rodeada de llanuras. Su casco antiguo, reconstruido pieza a pieza, fue declarado en 1982 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fue durante la larga época de influencia comunista cuando se levantaron grandes edificios de la bautizada como "arquitectura socialista". Actualmente experimenta una rápida transformación y los nuevos rascacielos de fachadas acristaladas conviven en el centro de la ciudad con los viejos edificios de la etapa comunista.
Cracovia es una ciudad histórica y la antigua capital del país. Está situada al sur de Polonia, en medio de un paisaje montañoso y a orillas del río Vístula. Por suerte, la Segunda Guerra Mundial apenas afectó a su arquitectura, probablemente porque los nazis se instalaron en la colina de Wavel, que utilizaron como puesto de mando. Todo el casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 1978, siendo una de las primeras ciudades del mundo en recibir esta distinción.