Con reflexión teológica, aportes bíblicos y del Magisterio, una correspondiente actualización antropológica y las tradiciones y literatura del judaísmo, Bernardo Olivera nos acerca a su tan querido San José, el varón más santo del cristianismo.
En esta novedosa mirada sobre el hombre que Dios eligió para cuidar a Jesús, el autor expone cómo José nos ha enseñado lo que Dios quiere para su criatura humana; su silencio es elocuente, hechos más que palabras. Mediante sueños, Dios le reveló su voluntad y José la abrazó con solicitud.
En cada página de este libro resalta esa santidad que fue proporcional a la extraordinaria misión que le fue encomendada. Fue José, junto con María, quien estuvo más cerca de Jesús, siendo él responsable de la educación del niño.