Este es Lenardo Espinosa, lejanamente emparentado con Pedro Páramo, ese otro habitante de nuestra América experto en violaciones, traiciones, robos y asesinatos, pero más cercano a otro antihéroe gardeazabalesco como es León María Lozano que, al decir de Jonathan Tittler en El verbo y el mando, "comparte con el jefe político de Trujillo una serie impresionante de cualidades": su base histórica en el Valle del Cauca, los orígenes humildes del protagonista, su exacerbado provincialismo, su provincialismo, su primitivismo, su incapacidad para articular sus pensamientos o sentimientos, su atrevimiento o verraquera, su capacidad ilimitada para soltar la violencia necesaria para realizar cualquier meta o para pagar cualquier deuda, su ingratitud para con gente que le ha apoyado, su dependencia de estructuras nacionales para mantenerse en el poder, su abandono por parte de esas estructuras cuando ya no les sirve a sus intereses y, al final, su destino de muerte violenta.En un sentido profundo, los dos son productos de sus circunstancias o sistemas, respectivamente la Violencia y el gamonalismo, a la vez que víctimas de esas circunstancias.Omar Ortiz Forero