Las crisis rompen la normalidad, abren los tarros de las esencias y tambien la caja de los truenos. Traen de regreso un aroma de muerte y de peligro, y activan nuestro cerebro mas antiguo. Son momentos en los que volvemos a pedir ayuda y en los que organizar la ayuda mutua vuelve a ser una posibilidad. Son momentos de expresar obediencia a quien piensas que te puede salvar, y de trenzar con tus iguales solidaridades frente a la adversidad. Las crisis son el momento de la comunidad, del grupo, del colectivo, del Estado. Con sus peligros y sus oportunidades.