"La mujer cristiana inteligente puede usar sus talentos para alcanzar los más altos ideales. Por medio de su actitud de renunciamiento y su voluntad de trabajar al máximo de sus habilidades mostrará que cree en la verdad y ha sido santificada por ella. Muchas mujeres necesitan esta clase de tarea para mostrar su potencial. Las que son esposas y madres no deben descuidar a sus esposos y a sus hijos, pero pueden hacer mucho sin dejar de lado sus labores domésticas. Y hay muchas que no tienen aquellas responsabilidades" (Review and Herald, 21 de julio de 1896).