En esta ocasión el autor nos brinda un libro ligero y vivo entre el Adagio y el Allegro. Como acostumbra este poeta se trata de un ejercicio estilístico con una poesía agradable y bella, que pasa de las adversidad a la plenitud del amor y la pasión; una poesía que se alimenta de sentimientos que a veces se lastiman, otras veces se emocionan pero que siempre se pueden vivir y leer apasionadamente como una muestra de la rebeldía de Javier Giral Palasí contra la vulgaridad, el surrealismo arrítmico e incomprensible, la banalidad y el caos, a cambio de permanecer en la esencialidad de la lírica.