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Ivo Andric nació en Dolac na Lasvi, municipio de Travnik, en Bosnia-Herzegovina (entonces parte del Imperio austrohúngaro) en 1892, en el seno de una familia católica, y murió en Belgrado en 1975.
Estudió en las universidades de Zagreb, Viena y Cracovia. Las autoridades austriacas le mantuvieron encarcelado durante buena parte de la Primera Guerra Mundial debido a sus actividades políticas revolucionarias. Durante su encarcelamiento escribió el libro de poemas en prosa Ex-ponto (1918), con el que se dio a conocer como escritor. Terminada la Gran Guerra se convirtió en funcionario público de la recién creada nación yugoeslava, iniciando en 1920 una exitosa carrera diplomática. En 1924 terminó su doctorado en Filosofía, que había tenido que interrumpir a causa de la guerra, y publicó su primer volumen de relatos cortos.
Al estallar la Segunda Guerra Mundial presentó su dimisión como embajador en Alemania y permaneció recluido en la capital serbia durante la ocupación nazi, periodo en el que escribió sus tres novelas más famosas: Crónica de Travnik, La señorita y Un puente sobre el Drina.
Aunque vivió en Roma, Bucarest, Madrid, Ginebra y Berlín, fue su provincia natal, Bosnia, con su peculiar diversidad cultural, étnica y religiosa, la que le proporcionó los temas que se encuentran en sus obras. Sin embargo, se consideraba a sí mismo un escritor yugoslavo.
Andric recibió el Premio Nobel de Literatura, en el año 1961, "por la fuerza épica con la que ha reflejado temas y descrito destinos humanos de la historia de su país". Hoy día sigue siendo un referente fundamental en la literatura de las cuatro naciones --Serbia, Croacia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro-- en que las se habla, en una variedad u otra, la lengua serbocroata.
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